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El Síndrome de Piernas Inquietas

El Síndrome de Piernas Inquietas

¿Qué es el síndrome de piernas inquietas?

El síndrome de las piernas inquietas (SPI - RLS por sus siglas en inglés) es un trastorno del sueño que causa una sensación intensa, a menudo irresistible, de tener que mover las piernas. Muchas veces también se sienten otras sensaciones en las piernas, como hormigueo, tirantez, comezón, o dolor. Estas sensaciones comienzan cuando la persona está tumbada en la cama o sentada durante largos ratos, como mientras esta manejando o está sentada en el cine. El SPI por lo general ocurre por la tarde, y causa que sea más difícil dormirse. A menudo la gente con SPI quiere andar y mover las piernas de lado a lado para ayudar a aliviar la sensación de incomodidad.

¿Quiénes padecen del síndrome de las piernas inquietas?

Las personas de cualquier edad, incluyendo los niños, pueden padecer SPI. Sin embargo, el síndrome típicamente afecta a los adultos mayores y a las mujeres más que a los hombres. Muchas veces los niños con el SPI o con síntomas del SPI son mal diagnosticados con "dolores de crecimiento", o simplemente les dicen que han estado haciendo ejercicios demasiados fuertes. A mucha gente se le olvida decírselo a su médico porque los síntomas del SPI son difíciles de describir y porque, por lo menos inicialmente, pueden ocurrir solo una o dos veces al mes. Alrededor del 5% al 10 % de la población de EE.UU. tiene el SPI.

¿Qué causa el síndrome de piernas inquietas?

Se han reconocido algunos casos del SPI que son genéticos, porque los padres con SPI pueden pasárselo a sus hijos. Además, una variedad de enfermedades médicas (descritas abajo) así como algunos medicamentos pueden contribuir al desarrollo del SPI.

¿Cómo puedo saber si padezco SPI?

Como no hay una prueba que puede hacer tu médico para diagnosticar el SPI, el médico tiene que diagnosticar el trastorno escuchando la descripción de cada paciente de los síntomas que padece. Para confirmar un diagnóstico de SPI, los pacientes deben de tener los siguientes síntomas:

  • Una sensación o deseo de mover las piernas, normalmente acompañadas por unas sensaciones desagradables como hormigueo, entumecimiento, picazón, presión, quemazón, calambres, o dolor.
  • Los deseos de moverse o las sensaciones incómodas empiezan o empeoran durante periodos de descanso o de inactividad, como por ejemplo cuando estas sentada viendo la televisión o viajando en coche o en avión.
  • Los deseos de moverse o las sensaciones incómodas mejoran parcialmente o totalmente con actividades como por ejemplo estirarse, caminar, o hacer ejercicios con los músculos afectados.
  • Los deseos de moverse o las sensaciones incómodas son peores y/o ocurren solamente en la tarde o noche.
  • Los deseos de moverse o las sensaciones incómodas no son sólo resultado de otro problemas médico o de comportamiento.

Tu médico igual te pregunta cosas sobre el historial de salud de tu familia, incluyendo los miembros de la familia que pueden padecer SPI. En el 50 por ciento de los pacientes, se cree que el trastorno es genético. La probabilidad de padecer SPI aumenta entre tres y seis veces cuando otro pariente cercano lo tiene. Además, estos pacientes normalmente tienen síntomas más pronto en su vida (antes de los 45 años) que otros pacientes con SPI que no tienen ese vínculo genético.

Otros problemas médicos que pueden contribuir al desarrollo de SPI incluyen la deficiencia de hierro, la enfermedad de Parkinson, las enfermedades renales, la diabetes, la artritis reumatoide, y las neuropatías periféricas (una enfermedad del sistema nervioso que afecta los nervios en las extremidades). Las mujeres embarazadas a menudo tienen los síntomas del SPI después de la semana 20 de gestación, y los pacientes en diálisis son especialmente susceptibles a desarrollar SPI. Los pacientes que toman antidepresivos, antihistamínicos que sedan, o medicamentos para las nauseas pueden desarrollar SPI.

Tu médico también te preguntará si tienes problemas manteniéndote despierta durante el día, o si padeces de insomnio (dificultad para dormirte y quedarte dormida). El SPI muchas veces puede aumentar la posibilidad de padecer insomnio además de tener sueño durante el día, la irritabilidad, y falta de concentración debido a no dormir bien durante la noche.

Además, tu medico va a hacerte un examen físico completo y un examen neurológico para asegurar que no haya ningún trastorno neurológico o problemas con los vasos sanguíneos, y puede que ordene una serie de pruebas de sangre para asegurarse de que no tengas otros trastornos médicos asociados con el SPI.

¿Como se trata el SPI?

El SPI se puede tratar de varias maneras, dependiendo de la intensidad de los síntomas. En algunos casos, el SPI es un trastorno temporal que se resuelve cuando se tratan las otras enfermedades. Pero en los casos en que el SPI es genético o en que es secundario a otros trastornos médicos persistentes, puede ser necesario un tratamiento más específico.

Como la deficiencia de hierro es una causa reversible del SPI, muchos especialistas de los trastornos del sueño recomiendan píldoras de hierro que se pueden comprar sin receta médica (sulfato del hierro). Una prueba sencilla te puede medir las reservas de hierro el en cuerpo para ayudar a los médicos a saber si puedes beneficiarte de la terapia de hierro.

Cuando los síntomas del SPI son frecuentes o severos, los médicos pueden recetar medicamentos para tratar el trastorno. Los tratamientos preferibles son los fármacos agonistas dopaminérgicos que reponen la dopamina, un neurotransmisor del cerebro, que está deficiente en los pacientes con SPI. Estos medicamentos se usan también para tratar la enfermedad de Parkinson, y controlan los deseos de moverse y los síntomas sensoriales en las piernas, además de reducir las sacudidas involuntarias de las piernas mientras duermes. Actualmente ropinirole (Requip®), pramipraxole (Mirapex®) y el parche de rotigotina (Neupro) son los únicos agonistas dopaminérgicos aprobados por la Administración Federal de Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), que se usan para el SPI.

Los medicamentos anti-convulsivos también se usan para tratar los síntomas del SPI ya que bajan la velocidad o bloquean las señales de dolor de los nervios de las piernas. Algunos ejemplos de estos medicamentos incluyen gabapentina enacarbil (Horizant®), gabapentina (Neurotin®) y pregabalina (Lyrica®) . Estos agentes son particularmente efectivos en los pacientes con SPI doloroso causado por neuropatía. La gabapetina enacarbil es el único medicamento en esta clase que la FDA ha aprobado. Sin embargo, los otros pueden ser efectivos.

Las benzodiazepinas a veces también se recetan para el SPI, pero normalmente se reservan para casos más severos por su potencial a la adicción y sus efectos secundarios, que incluyen tener sueño durante el día. El Clonazepam (Klonopin®) está en esta categoría.

Los opioides, normalmente usados para tratar el dolor, a veces se usan para quitar dolores y las sensaciones incómodas de las piernas en los casos severos cuando otros agentes no son efectivos. Estas son sustancias controladas que requieren un tipo especial de receta médica. Algunos ejemplos incluyen la codeína, oxicodona, y la morfina.

Habla con tu médico acerca del tipo de tratamiento que es mejor para ti.

¿Qué se puede hacer para controlar o disminuir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas?

Si tienes SPI, evita las bebidas que contengan cafeína, el alcohol, y los productos del tabaco ya que estas sustancias pueden empeorar los síntomas. Así mismo, masajear las pantorrillas y las piernas también puede ayudar con el dolor. El practicar hábitos sanos en cuanto a salud y sueño también puede ayudar a disminuir tus síntomas. Remojarse en un baño de agua templada también puede ayudarte. Alternativamente, las compresas frías también pueden ser reconfortantes para algunos pacientes. Los suplementos de magnesio también pueden ayudar. Reduce tu estrés tanto como puedas.

Dependiendo de la severidad de tus síntomas del SPI, hacer ejercicio puede ayudarte a disminuir el malestar. Empezar y acabar el día con estiramientos de las piernas puede ayudarte. Algunos pacientes encuentran que correr in situ por un periodo de tiempo corto, pedalear en una bicicleta estática, o andar alivia los síntomas del SPI. Si tu SPI es tan severo que el hacer ejercicio o estiramientos con las piernas es doloroso, es mejor que consultes a tu médico para que te dé métodos alternativos para controlar tus síntomas.

Referencias
  • Foldvary-Schaefer N. The Cleveland Clinic Guide to Sleep Disorders. New York: Kaplan Publishing, 2009
  • American Academy of Sleep Medicine. Restless Legs Syndrome-Overview and Facts Accessed 2/2/2015.
  • American Sleep Association. About Restless Legs Syndrome Accessed 2/2/2015.
  • American Academy of Sleep Medicine. AASM Clinical Practice Guideline 2012 American Academy of Sleep Medicine. AASM ICSD-3 2014

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  Last review date: 01/29/2015       Translated: 10/06/2015


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