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Tratamientos para el Cáncer de Próstata

Tratamientos para el Cáncer de Próstata

Los enfoques tradicionales para tratar el cáncer de próstata son las cirugías, terapia de radiación, esperar vigilantemente, y terapia hormonal. Este documento presenta una visión general de los riesgos y beneficios de cada uno de estos enfoques así como un vistazo a los nuevos enfoques en cuanto a tratamientos.

Cirugía

La extirpación de toda la próstata es uno de los tratamientos más comunes para el cáncer de próstata. Hoy en día, la mayoría de los procedimientos se hacen de maneras en las que se intenta salvar los nervios que controlan tu vejiga y las erecciones. Estas cirugías que salvan estos nervios reducen, pero no eliminan, el riesgo de incontinencia (escape accidental de orina) e impotencia (incapacidad de tener una erección).

El procedimiento de prostatectomía radical abierta se hace a través de una incisión (corte) de 5 a 8 pulgadas entre el ombligo y el hueso púbico. La prostatectomía radical laparoscópica robótica consiste en meter instrumentos quirúrgicos y una cámara de video a través de unas 5 a 6 pequeñas incisiones en el abdomen; éstas están unidas a un robot que el cirujano controla usando una consola de video. Se hace una incisión pequeña (3 pulgadas) para extirpar el espécimen de próstata al final del procedimiento robótico.

La prostatectomía robótica está ganando popularidad debido a la atracción de las incisiones más pequeñas y a menos pérdida de sangre. Sin embargo, no parece haber diferencias sustanciales entre los procedimientos abiertos o robóticos en cuanto a los resultados más importantes: control del cáncer, complicaciones, continencia urinaria, y función sexual. Las habilidades técnicas del cirujano parecen ser un determinante importante del éxito del resultado.

Riesgos de la cirugía:

La mayoría de los hombres pierde el control de su habilidad de orinar después de la cirugía, y el problema puede durar meses. Mientras que la mayoría de los hombres mejoran gradualmente, cerca del 10 por ciento pierden orina al toser o con cualquier otro factor estresante. Un uno por ciento o menos tendrán problemas más severos a largo plazo que se pueden arreglar poniendo un esfínter artificial.

A pesar del riesgo reducido de impotencia con la cirugía que salva los nervios, muchos hombres - del 20 a 70 por ciento - pierden un grado del funcionamiento sexual.

Beneficios de la cirugía:

La cirugía de cáncer de próstata a menudo da tranquilidad porque extirpa el cáncer. Los hombres cuyo cáncer no se ha extendido más allá de la próstata tienen un 90 por ciento de posibilidades de sobrevivir sin cáncer durante 10 años después de la cirugía.

Terapia de Radiación o Radioterapia

La radiación es casi igual de efectiva como la cirugía para prevenir que se extienda el cáncer durante un periodo de 10 años. Hay dos tipos de terapia de radiación – radiación con rayos externos y braquiterapia.

Radiación por rayo externo

Esta forma de terapia de radiación usa rayos-x muy potentes para atacar el cáncer. Se usan escáner del cuerpo y tecnología por computadora para determinar el lugar exacto del cáncer al que se aplica el rayo de radiación. Los tratamientos duran tan solo alrededor de 15 minutos pero toman mucho tiempo porque lo más seguro es que tengas que ir al hospital cada día durante más o menos dos meses para los tratamientos.

Riesgos de la terapia con rayos externos: hay problemas urinarios (quemazón y aumento de frecuencia) que ocurren normalmente durante el tratamiento, pero hay menos riesgo de problemas urinarios permanentes en comparación con la cirugía. Otros problemas que se ven incluyen:

  • diarrea,
  • hemorragia del recto,
  • defecaciones dolorosas y difíciles,
  • fatiga, y
  • pérdida de apetito.

Estos suelen ser temporales y desaparecen después de varios meses. Cinco años después del tratamiento, alrededor de la mitad de los pacientes informan de impotencia.

Beneficios de la terapia con rayos externos: los beneficios de esta terapia con rayos enfocados son los siguientes:

  • se minimizan los daños a los tejidos y estructuras cercanos.
  • el tratamiento no es doloroso y menos debilitante comparado con la cirugía.
  • se puede usar para tratar cánceres que se han extendido a la pelvis y no se pueden extirpar quirúrgicamente, y
  • puede ayudar a disminuir el dolor y encoger los tumores en la enfermedad avanzada que ya no se puede curar.
  • Comparado con la cirugía, la incontinencia es una ocurrencia menos común.

Se necesita más investigación para confirmar el beneficio potencial y el lugar de la radiación con rayo externa en las terapias para el cáncer.

Braquiterapia

En esta forma de terapia de radiación, se implantan en la próstata bolitas pequeñas radioactivas – cada una del tamaño de un grano de arroz. El número de bolitas que se implanta (hasta 200) depende del tamaño y el lugar del cáncer. Esta terapia puede funcionar mejor en cánceres de tamaño pequeño a mediano y puede no ser una buena opción para hombres con tumores más grandes, formas más agresivas de cáncer de próstata, o para el cáncer que se ha extendido fuera de la próstata.

El procedimiento de implante dura como 1 hora y se hace de manera ambulatoria. Aunque las bolitas liberan dosis más altas de radiación que el procedimiento de rayo externo, la radiación viaja tan solo unos milímetros y por eso es raro que se extienda más allá de la próstata.

Riesgos de la braquiterapia: Aunque la radiación no viaja mucho con esta forma de terapia, hay algunos riesgos. Debido a la proximidad de la próstata a la uretra, la braquiterapia puede causar problemas urinarios más severos que la terapia de rayo externo. Algunos pacientes necesitan un catéter (un tubo delgado y hueco) a veces para ayudarles a orinar mientras que la radiación está en su punto más activo – normalmente alrededor de seis meses, aunque para que la radiación se vaya por completo puede tomar hasta un año. Además, a pesar del poco riesgo, debido a que las mujeres embarazadas y los niños pequeños son más susceptibles a los efectos de la radiación, se recomienda a los pacientes que tienen braquiterapia a que permanezcan al menos a seis pies de distancia de estos individuos durante los primeros meses de terapia.

Beneficios de la braquiterapia: Comparándola con la terapia de rayos, la braquiterapia se asocia con menos síntomas rectales y menos incidencia de impotencia (sólo se informa del 30 a 50 por ciento de pacientes con braquiterapia contra el 50 por ciento de pacientes que se tratan con la terapia de rayos).

Riesgos generales/adicionales de la terapia de radiación:

  • Los problemas urinarios (quemazón y aumento de la frecuencia) y problemas intestinales (diarrea, hemorragia del recto, defecación dolorosa o difícil) son más comunes con los tratamientos de radiación si los comparamos con la cirugía.
  • La incontinencia es menos común con la radiación que con la cirugía. Los problemas urinarios e intestinales pueden durar meses antes de desaparecer gradualmente.
  • La terapia de radiación puede causar impotencia en hasta el 50 por ciento de los pacientes.

Beneficios generales/adicionales de la terapia de radiación:

  • Debido a que no hay que tratar con ninguna cirugía o anestesia, los tratamientos de radiación están asociados con un menor riesgo de muerte y otras complicaciones serias comparándolos con la cirugía.
  • La terapia de radiación puede ser menos dolorosa y con una recuperación más fácil que la cirugía.
  • La terapia de radiación se puede usar para tratar cánceres que se han extendido a la zona pélvica y se pueden usar para ayudar a encoger tumores y reducir el dolor de enfermedades avanzadas.
  • Comparándola con la cirugía hay menos riesgo de problemas urinarios permanentes; sin embargo, con ciertos tipos de terapias de radiación, hay más riesgo de tumores malignos secundarios, problemas intestinales permanentes y síntomas molestos de la vejiga.

Vigilancia Activa

La vigilancia activa, también conocida como “espera vigilante” en el pasado, es una estrategia de tratamiento que consiste en seguir de cerca ciertos cánceres que se cree representan bajo riesgo al bienestar y longevidad del hombre porque el cáncer es pequeño y crece lentamente. La vigilancia cercana consiste en visitas periódicas a la clínica, pruebas del antígeno prostático específico (APE, PSA por sus siglas en inglés) y biopsias de la próstata cada 2 a 3 años.

Cuando hay evidencia de que el cáncer se está volviendo más un problema (bien sea debido a un aumento de la cantidad de cáncer o mayor grado de cáncer en la biopsia, o debido a un aumento del nivel APE), se recomendará a los hombres a que reciban o terapia de radiación o una cirugía. Hay buena evidencia que la mayoría de los hombres en vigilancia activa que acaban recibiendo tratamiento por los cánceres que crecen acaban curándose de la enfermedad.

El atractivo de la vigilancia activa es que la mayoría de los hombres con cánceres de bajo riesgo no pasan por los efectos secundarios del tratamiento y que se puede curar en el caso de necesitar tratamiento. La vigilancia activa es una estrategia de manejo razonable para los hombres que tienen bajo riesgo cuando les diagnostican.

Riesgos de la vigilancia activa

El riesgo principal de la vigilancia activa es que el cáncer que crece lentamente pueda de repente acelerar su crecimiento y puedes encontrarte con un cáncer que se extiende más allá de su zona original o que ya no se pueda curar. Por lo tanto se recomienda repetir la biopsia de la próstata después del diagnóstico para identificar mejor los cánceres potencialmente agresivos que sería mejor tratar. Si la segunda biopsia muestra que no hay un cáncer agresivo, el riesgo de que cuando esté en vigilancia activa el cáncer empiece a crecer rápidamente parece ser bajo, a menos en los siguientes 5 a 10 años.

Esperar a que seas más mayor para tratarlo conlleva más riesgos, aumenta la posibilidad de efectos secundarios, y alarga el periodo de recuperación. Además, tienes que estar dispuesto a volver a la oficina de tu médico más a menudo para hacerte pruebas de sangre, pruebas rectales, y biopsias para vigilar tu enfermedad. Además, la preocupación de tener un cáncer y saber que no lo estás tratando puede volverse emocionalmente insoportable.

Beneficios de la vigilancia activa

  • Se evita el riesgo de impotencia e incontinencia asociado con el tratamiento.
  • Hay una buena posibilidad de que nunca desarrolles síntomas o necesites tratamiento. Incluso si el cáncer crece, la mayoría de los cánceres de próstata crecen a un ritmo muy lento.
  • Puedes beneficiarte de tratamientos más nuevos que se desarrollen mientras tu cáncer está bajo vigilancia.
  • Las investigaciones han demostrado que por lo menos durante los primeros ocho años, la esperanza de vida para los hombres que eligen esta opción parece ser igual a la de aquellos que escogen tratar su cáncer de manera agresiva.

Crioterapia

La crioterapia es un método de tratamiento de cáncer de próstata que consiste en helar la glándula prostática. Se insertan sondas congeladas en la próstata (parecido a la braquiterapia), a través del perineo (la zona entre el ano y el escroto). Las sondas se guían mediante una ecografía para posicionarlas y controlar el proceso de congelación y descongelación (además de sondas de temperaturas que se ponen alrededor de la próstata). A medida que se el agua dentro de las células de la próstata se congelan, las células se mueren. La uretra se protege de la congelación mediante un catéter lleno de líquido templado. El procedimiento se hace de manera ambulatoria bajo anestesia (el paciente está inconsciente).

Riesgos de la crioterapia

La tecnología de crioterapia de tercera generación es relativamente nueva y los resultados a largo plazo que se consiguen con esta técnica todavía no están disponibles. La experiencia a corto plazo sugiere que hay resultados favorables en pacientes seleccionados apropiadamente (aquellos con próstatas meas pequeñas). La impotencia ocurre en hasta un 90 % de las veces con esta técnica. Aunque es raro, las fístulas recto-uretrales son una complicación seria de la crioterapia.

Beneficios de la crioterapia

La crioterapia es un tratamiento mínimamente invasivo que se puede realizar como un procedimiento ambulatorio. En general, la crioterapia causa menos problemas con el control urinario que otros tratamientos y menos problemas intestinales que la radioterapia de rayo externo.

Terapia Hormonal

Las terapias hormonales no pueden matar el cáncer de próstata pero se pueden administrar solas o en combinación con otras formas de tratamiento con la esperanza de mejorar la calidad de vida o extender la sobrevivencia.

La forma más común de terapia hormonal es terapia con fármacos. Los fármacos como leuprolida (Lupron , Eligard, Viadur) y goserelina (Zoladex) bloquean el efecto de la testosterona, la hormona sexual masculina. Al bloquear la testosterona, el ritmo de crecimiento del cáncer se ralentiza. Otro tipo de fármaco, los antiandrógenos como la flutamida (Eulexin), la bicalutamida (Casodex), y la nilutamida (Nilandron), funcionan previniendo que tu cuerpo – y también las células cancerígenas – use testosterona.

Riesgos de la terapia hormonal

Las terapias hormonales se asocian con muchos efectos secundarios, incluyendo:

  • disminución de la libido,
  • impotencia,
  • sofocos,
  • aumento de peso,
  • sensibilidad y aumento en los pechos,
  • pérdida de músculos y masa ósea,
  • nauseas,
  • diarrea,
  • fatiga, y
  • daño al hígado.

Mientras que es posible que las hormonas pospongan la muerte, no la previenen. Eventualmente, el cáncer de próstata avanzado se hace resistente a la terapia hormonal y deja de funcionar. Los hombres que pasan por la terapia hormonal parecen tener un aumento de riesgo de desarrollar osteoporosis y fracturas de los huesos, síndromes metabólicos, resistencia a la insulina, y posiblemente enfermedades cardiovasculares.

Beneficios de la terapia hormonal

La terapia hormonal puede reducir los tumores, con lo que se reducen los síntomas y dolor y posiblemente aumenta la esperanza de vida.

Nuevos tratamientos

Siguen emergiendo nuevos enfoques para tratar el cáncer de próstata. Entre las nuevas evoluciones:

  • Docetaxel (Taxotere), un fármaco previamente aprobado para tratar el cáncer de pecho, ahora ha sido aprobado para tratar cáncer de próstata avanzado. Se están haciendo estudios para determinar si el fármaco es beneficioso en las fases tempranas del cáncer y en combinación con otras estrategias de tratamiento.
  • La criocirugía (usando nitrógeno líquido para helar y matar las células cancerígenas) se está estudiando. Mientras que parece que reduce los problemas urinarios que causa la cirugía, está asociada con un gran índice de impotencia (tanto como el 80 por ciento).
  • Las vacunas (usar el sistema inmune de tu propio cuerpo para matar las células cancerígenas) y los inhibidores angiogénesis (fármacos que funcionan al cortar el suministro de sangre a los tumores cancerígenos con esperanza de privarlos de alimentos) son otras áreas en las que se sigue haciendo investigación.

Este documento presenta una visión general de posibles tratamientos para el cáncer de próstata. El campo de conocimiento con respecto a los tratamientos de cáncer de próstata está creciendo y cambiando todo el tiempo.

Los resultados de los nuevos estudios pueden ser confusos y pueden levantar más dudas. Es sabio buscar hospitales y médicos que tengan mucha experiencia con los cuidados del cáncer de próstata. Además, haz tu propia investigación y trae tus preguntas y preocupaciones a las visitas con tu médico. Juntos, podéis hacer la mejor decisión y la más informada para tu situación personal.

Referencias
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  Last review date: 07/29/2015       Translated: 12/07/2015


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