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Terapias Alternativas y Complementarias para la EM

Terapias Alternativas y Complementarias para la EM

El término terapia alternativa, en general, se usa para describir cualquier tratamiento médico o intervención que no ha sido científicamente documentado o identificado como seguro o efectivo para una enfermedad en específico.

La terapia alternativa abarca una variedad de disciplinas que van desde la dieta al ejercicio al condicionamiento mental hasta cambios del estilo de vida. Algunos ejemplos incluyen la acupuntura, el yoga, la aromaterapia, la relajación, los remedios herbales, y masajes.

Las terapias complementarias son terapias alternativas que se usan además de los tratamientos tradicionales. Por ejemplo, puedes tener masajes semanales para complementar tu tratamiento con fármacos.

¿Qué se recomienda para la EM?

  • Actitud positiva. El tener un pronóstico positivo no puede curar la EM, pero puede reducir el estrés y ayudarte a sentirte mejor.
  • Ejercicio. Los ejercicios como el tai chi y el yoga pueden disminuir el estrés, ayudarte a estar más relajado, y aumentar tu energía, equilibrio, y flexibilidad. Como con cualquier programa de ejercicio, consulta con tu médico antes de comenzarlo.
  • Dieta. Es importante para la gente que sufre de EM el seguir una dieta sana y bien equilibrada. Pregunta a tu médico acerca de la dieta que es mejor para ti.

¿Cuáles son algunas opciones de terapias alternativas/complementarias para la EM?

  • Masaje. Mucha gente con EM recibe terapia de masajes de manera regular para ayudarles a relajarse y reducir el estrés y la depresión, que puede agravar la enfermedad. No hay evidencia de que los masajes cambien el curso de la enfermedad. Normalmente es seguro para la gente con EM el recibir masajes, pero si sufres de osteoporosis que adelgace tus huesos (normalmente como resultado de tus tratamientos), los masajes pueden ser peligrosos. Habla con tu médico antes de empezarlos.
  • Acupuntura. Algunas personas con EM dicen que la acupuntura proporciona alivio de síntomas como dolor, espasmos musculares, o problemas de control de la vejiga. No ha habido estudios científicos que confirmen esto o que documenten que la acupuntura es segura para la gente con EM. Además, ten en cuenta que siempre hay riesgos cuando el procedimiento consiste en pinchar el cuerpo con agujas, como se hace en la acupuntura. El mayor riesgo es la infección. A menos que se usen técnicas estériles, la acupuntura puede transmitir hepatitis o VIH.
  • Aceite de prímula (ácido linoleico). El ácido linoleico también se encuentra en las semillas de las flores de girasol y el las semillas de cártamo o alazor. Hay algo de evidencia de que tomar suplementos de ácido linoleico puede mejorar ligeramente los síntomas de la EM.
  • Dieta. Es importante para la gente que sufre de EM que mantengan una dieta sana, bien equilibrada para mantenerse tan sanos como sea posible. Habla con tu médico acerca de cualquier preocupación sobre la dieta que tengas.
  • Marihuana. El uso de marihuana para el tratamiento de cualquier enfermedad se mantiene como un punto muy polémico. Algunas personas que sufren de EM afirman que fumar marihuana les ayuda a aliviar la espasticidad y otros síntomas relacionados con la EM. Sin embargo, hay muy poca evidencia hoy en día de que la marihuana de verdad funcione. Siguen las investigaciones para contestar esta importante incógnita. Hasta que se sepa más, los médicos no recomiendan el uso de la marihuana para tratar EM, ya que esta droga está asociada con serios efectos secundarios a largo plazo como ataques al corazón y pérdida de memoria.

¿Cómo puedo decidir qué terapias merecen que las pruebe?

Las terapias alternativas pueden ser de ayuda en muchos casos, pero algunos tratamientos pueden ser inefectivos, caros, e incluso peligrosos. La mejor manera de evaluar tus opciones es aprender lo más posible sobre ellas. Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Cuál es el tratamiento?
  • ¿En qué consiste?
  • ¿Cómo funciona?
  • ¿Por qué funciona?
  • ¿Hay riesgos?
  • ¿Cuáles son los efectos secundarios?
  • ¿Es efectivo? (Pide evidencias o pruebas)
  • ¿Cuánto cuesta?

Una vez que contestes estas preguntas, sopesa tus opciones y decide si los beneficios sobrepasan los riesgos. Si decides probar un tratamiento alternativo o complementario, asegúrate de que tu salud y tu bolsillo están protegidos. Aquí tienes algunos consejos:

  • No tomes todas las afirmaciones en serio. Contacta con organizaciones fiables y habla con ellos sobre la terapia. Habla con otros en tu grupo de soporte, tu familia, y amigos. Aunque no siempre estarán de tu lado, te ayudarán a hacer una decisión educada y objetiva.
  • Habla de la terapia con tu médico. Asegúrate de que tu médico sepa qué terapia estás considerando para que él o ella pueda hablarte de las posibles interacciones o efectos secundarios con tu tratamiento actual. Tu médico también te puede dar información sobre otros pacientes que han probado la misma terapia.
  • Habla con otras personas que hayan usado la terapia. Pregúntales cuales han sido sus experiencias. No decidas únicamente después de haber oído al encargado de administrar la terapia o al fabricante. Busca tus propias referencias y pregunta sus opiniones.
  • Investiga la procedencia del proveedor. Contacta con el “Better Business Bureau” e investiga a fondo la procedencia del proveedor de la terapia. Averigua cuanto tiempo han estado proveyendo esta terapia, cuales son sus credenciales, y cual es su filosofía en cuanto al tratamiento.
  • Evita los proveedores que se niegan a o son reacios a trabajar con tu médico. Asegúrate de que el proveedor está dispuesto a referir a los pacientes a un médico convencional cuando sea necesario.
  • Asegúrate de que sabes el gasto total del tratamiento antes de comenzar. La mayoría de estas terapias no las cubre el seguro.

¿Qué señales de alarma debo de reconocer?

  • Promociones: Ten cuidado si los productos o los proveedores los promueven los vendedores telefónicos, envíos masivos, publirreportajes, anuncios disfrazados como artículos de noticias, o anuncios en la parte de detrás de las revistas.
  • Grandes afirmaciones: Si un proveedor o un producto afirma que es una “cura” para la EM o cualquier otra afirmación exorbitante, ve con cuidado.
  • Fuente: Se precavido si el producto se ofrece a través de un solo fabricante.
  • Ingredientes: Asegúrate de que hay una lista de todos los ingredientes activos. No te fíes de “fórmulas secretas”.
  • Testimonios: Los testimonios tan sólo los dan aquellas personas que están satisfechas con el producto, así que ten cuidado, especialmente si se usa la palabra “promoción pagada”. También, te cuidado si los testimonios los da la gente que está en la lista tan solo nombrada con sus iniciales, con el lugar donde habitan, o solo su nombre.
Referencias:

Esta información proviene de la Cleveland Clinic y no es su intención reemplazar el consejo de su médico o proveedor de servicios de salud. Por favor consulte a su proveedor de salud par información acerca de una condición médica específica. ©The Cleveland Clinic 1995-2024

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  Last review date: 08/22/2014       Translated: 12/07/2015


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