Cleveland Clinic Logo
Condiciones Corneales

Condiciones Corneales

La córnea es la capa transparente, protectora más externa del ojo. Junto a la esclerótica (área blanca del ojo), la córnea sirve como una barrera contra la suciedad, gérmenes, y otras partículas que pueden dañar los componentes delicados del ojo. La córnea es también capaz de filtrar ciertas cantidades de los rayos ultravioletas del sol.

La córnea también juega un papel importante en la visión. Cuando la luz entra al ojo, ésta es refractada, o inclinada, por la forma externa de la córnea. La curvatura de esta capa exterior ayuda a determinar cómo de bien tus ojos pueden enfocar objetos cercanos y lejanos. Si la córnea se daña por enfermedades, infecciones, o lesiones, las cicatrices o decoloraciones resultantes pueden interferir con la visión bloqueando o distorsionando la luz cuando entra al ojo.

Existen 3 capas principales de la córnea:

  • Epitelio: La capa más superficial de la córnea es el epitelio. El epitelio previene que las sustancias del exterior entren al ojo. Esta capa también absorbe oxígeno y nutrientes de las lágrimas.
  • Estroma: el estroma es la capa más grande de la córnea y se encuentra detrás del epitelio. Está compuesta principalmente de agua y proteínas que le dan una forma elástica pero sólida.
  • Endotelio: El endotelio es una capa simple de células localizada entre el estroma y el humor acuoso, el líquido transparente que se encuentra en las cámaras anterior y posterior del ojo. El endotelio funciona como una bomba, expulsando el exceso de agua mientras es absorbida en el estroma. Sin esta función especializada, el estroma podría tornarse muy encharcado, y podría volverse nublado y opaco, reduciendo además la visión.

El término "enfermedad corneal" se refiere a una variedad de enfermedades que afectan principalmente a la córnea. Éstas incluyen infecciones, procesos degenerativos, y muchos otros trastornos que pueden surgir principalmente como resultado hereditario.

¿Cuáles son los síntomas de las enfermedades corneales?

Con su habilidad para reparase rápidamente, la córnea usualmente sana después de la mayoría de lesiones o enfermedades. Sin embargo, cuando ocurre un daño profundo de la córnea, el proceso de curación puede prolongarse, resultando posiblemente en una variedad de síntomas, incluyendo:

  • Dolor
  • Visión borrosa
  • Lagrimeo
  • Enrojecimiento
  • Extrema sensibilidad a la luz
  • Cicatrización corneal

Si presentas alguno de estos síntomas, busca la atención de un médico especialista en ojos. Ellos pueden identificar un problema más serio o uno que requiera un tratamiento especial.

¿Qué enfermedades pueden dañar la córnea?

Queratitis

Esta es una inflamación de la córnea que ocurre algunas veces con infecciones después de que las bacterias u hongos entren en la córnea. Estos microorganismos pueden entrar al ojo después de una lesión profunda, causando infección, inflamación, y ulceración de la córnea. Aunque es infrecuente, este tipo de infección puede surgir después de las lesiones causadas por el uso de lentes de contacto.

Los síntomas de la queratitis incluyen:

  • Dolor severo
  • Reducción de la nitidez visual
  • Secreciones de la córnea

El tratamiento normalmente incluye gotas oculares de antibióticos o anti fúngicos.

Herpes ocular (herpes del ojo)

Esta es una infección viral del ojo que se puede repetir. La causa principal del herpes ocular es el virus herpes simplex I (VHS I). Este es el mismo virus que causa el herpes labial (úlcera bucal), pero el herpes ocular puede también ocurrir por el virus herpes simplex II (VHS II) que es transmitido sexualmente y que causa herpes genital.

El herpes ocular produce dolor en la superficie de la córnea; con el tiempo, la inflamación puede extenderse en profundidad en la córnea y el ojo.

No existe cura para el herpes ocular, pero usualmente puede controlarse con el uso de medicamentos antivirales.

Herpes zóster (“culebrilla”)

El herpes zóster es una recurrencia del virus de la varicela en aquellas personas que ya han tenido la enfermedad. Después del brote de la varicela, este virus normalmente permanece inactivo en los nervios del cuerpo. Este puede luego viajar por estos nervios hacia la superficie del cuerpo, infectando partes específicas, como el ojo. El herpes zóster puede causar ampollas o lesiones en la córnea, fiebre, y dolor de las fibras nerviosas. Las lesiones corneales normalmente sanan por sí mismas, pero el tratamiento antiviral puede reducir la inflamación. Algunos pacientes desarrollan una inflamación crónica de la córnea después de tener herpes zóster, lo que supone el uso a largo plazo de gotas para los ojos, o menos frecuentemente, cirugía de la córnea.

El herpes zóster puede ocurrir en cualquier persona expuesta al virus de la varicela, pero existe un incremento del riesgo en los adultos mayores (especialmente en aquellos mayores de 65 años) y en personas con un sistema inmune debilitado.

Consulta a tu médico si tienes alguno de los síntomas del herpes zóster.

Distrofias corneales

Existen más de 20 distrofias corneales, enfermedades que causan problemas estructurales con la córnea. Algunas de las más comunes son:

Queratocono

El queratocono es una enfermedad progresiva en la cual la córnea se vuelve más delgada y cambia de forma. El queratocono cambia la curvatura de la córnea, creando una distorsión leve o severa, llamada astigmatismo, y normalmente visión corta. El queratocono también puede causar hinchazón y cicatrización de la córnea, así como pérdida de la visión.

Las causas del queratocono incluyen:

  • Genética (una persona puede heredar de uno de los padres la tendencia a desarrollar la enfermedad)
  • Trauma ocular (por ejemplo, por friccionar tus ojos o por el uso a largo plazo de lentes de contacto rígidas)
  • Enfermedades oculares, como la retinitis pigmentosa, la retinopatía de la prematuridad, y la queratoconjuntivitis vernal
  • Otras enfermedades, como el síndrome de Down, osteogenesis imperfecta, enfermedad de Addison, amaurosis congénita de Leber, y el síndrome de Ehlers-Danlos

En el comienzo, la condición es corregible con anteojos/gafas o lentes de contacto blandas. Pero, a medida que la enfermedad progresa, puedes necesitar usar lentes de contacto rígidas permeables al gas.

También puede ser necesario un trasplante de córnea. Durante este procedimiento, se reemplaza la córnea dañada por una córnea de un donante. Esta operación tiene éxito en cerca de 9 de cada 10 personas con queratocono avanzado. Aún después del trasplante, es lo más probable que necesites anteojos/gafas o lentes de contacto para ver nítidamente.

El entrecruzamiento corneal es un nuevo tratamiento para el queratocono. En este tratamiento se usa un tipo especial de luz ultravioleta para estabilizar la córnea y ralentizar la progresión de la enfermedad. Tu médico puede recomendar que te evalúen para este tratamiento si piensa que puedas ser buen candidato para esta terapia.

Distrofia en Mapa-Punto-Huella

La distrofia en mapa-punto-huella es una enfermedad corneal que causa pliegues anormales y reduplicación del epitelio, la capa meas exterior de la córnea. Los efectos de estos cambios son la aparición en la córnea de patrones que se parecen a mapas, puntos, y huellas digitales pequeñas.

La distrofia en mapa-punto-huella normalmente afecta a adultos de entre 40 y 70 años, o a niños como resultado hereditario. Normalmente es indolora y no causa pérdida de la visión. Sin embargo, en algunos casos puede ocurrir erosión epitelial. La erosión epitelial son abrasiones corneales espontáneas que pueden exponer los nervios que cubren la córnea, causando dolor severo. La curvatura normal de la córnea puede alterarse, causando astigmatismo y miopía.

Como la córnea está alterada, la visión puede ser borrosa y estar acompañada de:

  • Dolor moderado a severo
  • Aumento de la sensibilidad a la luz
  • Lagrimeo excesivo
  • Una sensación de que algo está en tu ojo

La mayoría de los pacientes con esta enfermedad no necesitan tratamiento. Si están ocurriendo las erosiones, se pueden manejar con pomadas lubricantes, lentes de contacto especiales, o un pequeño procedimiento quirúrgico para limpiar el tejido con la superficie anormal.

Distrofia de Fuch

La distrofia de Fuch es el deterioro de la capa más interior de la córnea, el endotelio corneal. A medida que estas células se debilitan con el tiempo, la córnea se puede hinchar causando una visión borrosa. En las fases meas avanzadas de esta enfermedad, pueden aparecer neblinas y pequeñas ampollas en la superficie de la córnea, causando dolor e irritación.

Dado que es una enfermedad lentamente progresiva, los signos de la distrofia de Fuch empiezan a aparecer en las personas de 30 a 40 años. Sin embargo, la enfermedad normalmente no afecta la visión hasta cerca de 20 años después. Es más común en mujeres que en hombres.

Un signo temprano de la distrofia de Fuch consiste en levantarse con la visión borrosa que gradualmente va aclarándose durante el día. En tanto la enfermedad empeora, la hinchazón se vuelve más consistente y la visión se torna borrosa todo el tiempo.

El tratamiento incluye:

  • Observación durante las fases tempranas de la enfermedad
  • Cremas y gotas para los ojos para los pacientes con síntomas leves
  • Cirugía de trasplante de córnea cuando la visión se ha deteriorado notablemente o hay dolor crónico
Distrofia reticular

La distrofia reticular se caracteriza por la presencia de fibras proteicas anormales a lo largo del estroma. A pesar de que esta enfermedad puede ocurrir a cualquier edad, los primeros cambios pueden verse en la niñez.

La distrofia reticular toma su nombre de la clara superposición de las líneas de proteínas en el estroma. Esto puede nublar la córnea y reducir la visión. En algunas personas, estas proteínas pueden causar erosión epitelial.

El tratamiento de la distrofia reticular incluye:

  • Gotas oculares y cremas para el síntoma de irritación
  • Trasplante corneal cuando hay una seria pérdida de la visión o dolor crónico

Aunque los resultados del trasplante de córnea son muy buenos, la distrofia reticular puede reaparecer en los pacientes trasplantados, que requerirán tratamiento a largo plazo.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad corneal?

La enfermedad corneal sólo puede ser diagnosticada después de un examen minucioso hecho por un oftalmólogo.

¿Se puede prevenir la enfermedad corneal?

El riesgo de enfermedades corneales infecciosas causadas por bacterias y virus puede reducirse protegiendo los ojos de lesiones y limitando el contacto físico con personas que tengan formas contagiosas de conjuntivitis. Evita compartir el maquillaje de ojos, líquidos para las lentes de contacto, los estuches de las lentes de contacto, y las gotas oculares con personas que están infectadas. Lávate las manos cuidadosamente con jabón y agua templada por al menos 15 segundos después de haber estado en contacto con una persona infectada.

Aunque las enfermedades corneales producto de factores hereditarios, como las distrofias, no pueden prevenirse, la visión puede frecuentemente preservarse mediante la detección y el tratamiento tempranos.

Referencias:

Esta información proviene de la Cleveland Clinic y no es su intención reemplazar el consejo de su médico o proveedor de servicios de salud. Por favor consulte a su proveedor de salud par información acerca de una condición médica específica. ©The Cleveland Clinic 1995-2024

index#s8586

  Last review date: 03/15/2015       Translated: 11/19/2015


  The Cleveland Clinic
  Center for Consumer Health Information
  216/444-3771 or 800/223-2273 ext.43771
  [email protected]
  ©The Cleveland Clinic 2024