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La Artritis de la Mano y de la Muñeca

La Artritis de la Mano y de la Muñeca

¿Qué es la artritis?

La artritis es una enfermedad de los varios tejidos dentro de las articulaciones. Puede ocurrir como resultado de una inflamación aguda (a corto plazo) o crónica (continua) de una articulación y de los tejidos blandos que están a su alrededor. También puede ocurrir después de una lesión de la articulación (como la rotura de un dedo), o por causas genéticas (hereditarias) y medioambientales.

Con la artritis, las articulaciones se van deteriorando a medida que se desgasta el cartílago. El cartílago es el "amortiguador" blando que cubre las articulaciones. Este desgaste causa cambios estructurales visibles en los rayos-X. Puede ser que los tejidos blandos estabilizadores también se deterioren. Los tejidos blandos son los tendones, ligamentos, músculos, nervios, vasos sanguíneos, piel, grasa y membranas sinoviales que conectan, soportan y rodean las otras estructuras y órganos del cuerpo.

La artritis es, con frecuencia pero no siempre, dolorosa y eventualmente resulta en la limitación del movimiento, deformidad de la articulación y la pérdida del funcionamiento. Aunque casi cualquier articulación del cuerpo se puede ver afectada, la mano y la muñeca son los lugares comunes para muchos de los tipos comunes de artritis.

¿Cuáles son los tipos y las causas de la artritis?

La forma más común de artritis, es la artritis degenerativa u osteoartritis que puede afectar una o más articulaciones en cualquier lugar del cuerpo. La artritis degenerativa ocurre cuando eres más mayor y afecta sobre todo a las manos y las articulaciones que soportan el peso corporal como las caderas y las rodillas. La artritis degenerativa puede causar dolor, deformidad, y limitación de movimientos.

Se piensa que un número de factores son importantes en el desarrollo de esta enfermedad. Las consideraciones mecánicas (por ejemplo, la estabilidad articular y alineamiento), afectan la distribución de las fuerzas a través de la articulación y por lo tanto impactan la longevidad de la articulación. También, ciertas sustancias (ej. Factores bioquímicos) en el cartílago mismo pueden jugar un papel en los eventuales cambios anormales del tejido.

Los factores de riesgo de la osteoartritis incluyen la edad, lesiones traumáticas (como rotura de la muñeca), infecciones de las articulaciones y posiblemente un sobreuso. Algunas personas heredan la tendencia a desarrollar la artritis degenerativa, aunque esta predisposición genética no se comprende bien de momento. Típicamente, estos individuos son afectados a temprana edad.

La artritis también puede desarrollarse como resultado de una enfermedad inflamatoria sistemática, que pueden ocurrir en cualquier lugar del cuerpo. La más común de las enfermedades inflamatorias es la artritis reumatoide. Otras "artropatías" inflamatorias incluyen el lupus, la gota, la pseudogota, espondilitis anquilosante , y la artritis relacionada con la enfermedad inflamatoria del intestino o psoriasis.

La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria y presumiblemente autoinmune que afecta a todo el cuerpo, especialmente a las articulaciones. (Autoinmune significa que la enfermedad ataca su propio tejido. En vez de proteger los tejidos del cuerpo, las defensas naturales del cuerpo destruyen sus tejidos.) En relación con las articulaciones, la artritis reumatoide se dirige al sinovio, un tejido que cubre y nutre las articulaciones y los tendones a lo largo del cuerpo. Como parte de esta enfermedad, el sinovio prolifera causando la destrucción local de los huesos, las articulaciones y los tejidos blandos. Normalmente, la enfermedad empieza en las manos, las muñecas, los tobillos y los pies, y frecuentemente afecta la misma articulación en ambos lados del cuerpo. Eventualmente involucra múltiples articulaciones. La causa de la artritis reumatoide se desconoce, aunque se piensa que los factores genéticos son críticos.

¿A quién afecta la artritis?

La artritis degenerativa afecta prácticamente a todo el mundo, especialmente a los pacientes de avanzada edad. Las mujeres son normalmente más afectadas que los hombre, y con frecuencia a una edad más temprana. Los rayos X revelan degeneración en las articulaciones en aproximadamente el 60% de los adultos mayores de 60 años, y del 80% a 90% de los pacientes mayores de 75 años.

La artritis reumatoide afecta alrededor del 1% de la población adulta. Las mujeres tienen tres veces más probabilidades que los hombres de desarrollar esta enfermedad. Aunque le puede dar a personas de cualquier edad, la edad cumbre de su inicio es entre los 20 y 40 años.

¿Cuáles son los síntomas?

No todos los pacientes con artritis degenerativa se quejarán de dolor, de pérdida de movilidad o de deformidad. La severidad de los síntomas tiene solo una cierta correlación con la severidad de la artritis como se juzga en los rayos X.

Las lesiones menores de la articulación pueden agravar la degeneración de la articulación subyacente dando como resultado síntomas artríticos no experimentados previamente. Estos síntomas son conectados más apropiadamente a la artritis pre-existente que a la reciente ya que son lesiones traumáticas relativamente de menor importancia.

Los síntomas que son resultado de la artritis degenerativa y de la artritis reumatoide son, en muchas maneras, los mismos. Sin embargo, la artritis reumatoide a menudo causa más agarrotamiento matutino de larga duración y lleva a mayor hinchazón y rojez de las articulaciones. Esta inflamación de los tejidos blandos que rodean las articulaciones eventualmente dan como resultado severas deformidades que limitan la habilidad del paciente para usar sus manos. Además, y especialmente en la etapa temprana de la artritis reumatoide, estos pacientes pueden experimentar una variedad de síntomas sistemáticos como la debilidad/fatiga, malestar general y la pérdida del apetito.

Los síntomas de la artritis de cualquier causa pueden incluir:

  • El dolor localizado en la articulación misma. Este es el síntoma predominante. Inicialmente, el dolor será intermitente, y se agrava al realizar actividad (como cuando sujetas objetos pesados). Sin embargo el dolor se alivia al descansar.. Pueden haber días o semanas sin dolor alternados con períodos de molestias constantes. Mientras progresa la enfermedad, el dolor se vuelve más constante e inclusive ocurre mientras se descansa. La característica del dolor cambia de un dolor sordo y leve a un dolor agudo, que algunas veces se extiende más allá de las articulaciones.
  • La movilidad de la articulación se perderá a medida que la artritis progresa. Sin embargo, a veces, a la vez que se pierde la movilidad, el dolor disminuye.
  • El movimiento de la articulación se acompaña de chirridos, chasquidos o crujidos a medida que el cartílago se deteriora progresivamente.
  • Las articulaciones se hincharán y con frecuencia se volverán rojizas y sensibles al tacto. Esto indica daño en los tejidos alrededor de la articulación y la respuesta ósea a la irritación constante. La deformidad ocurre al perderse los tejidos blandos estabilizadores.
  • La debilidad es el resultado del dolor, la pérdida de movimiento y la deformidad de la articulación.

¿Cómo se diagnostica la artritis?

Para diagnosticar la artritis se usa una combinación del historial del paciente, el examen físico, los resultados de los rayos X y otros hallazgos. En el caso de la artritis reumatoide las pruebas de sangre son con frecuencia de mucha ayuda.

¿Cuál es el tratamiento para la artritis aparte de la cirugía?

El tratamiento de primera línea para la artritis degenerativa incluye:

  • Disminuir o modificar las actividades que están causando dolor
  • Entablillar la articulación afectada durante períodos de tiempo cortos. Al entablillar se mantiene la articulación quieta, lo que ayuda a reducir el dolor.
  • terapia caliente/fría para reducir el dolor y la hinchazón
  • tomar acetaminofeno (Tyleno®) y medicinas antiinflamatorias (como iboprufeno: Advil®/Motrin®) para reducir el dolor y el hinchazón. La medicina con receta médica llamada celecoxib (Celebrex®) se ha aprobado para el alivio de los signos y síntomas de la osteoartritis y la artritis reumatoide.
  • La inyección articular con una preparación de cortisona puede aliviar los síntomas por un plazo de tiempo. En muchos casos estas inyecciones pueden repetirse en intervalos de varios meses.
  • Es importante ejercitar, suavemente, las articulaciones haciendo el rango completo de movimientos diariamente.

Desafortunadamente, no se conocen medicamentos u otros tratamientos que puedan disminuir la velocidad de la pérdida de cartílago o que hagan cartílago nuevo.

Artritis reumatoide: El tratamiento para la artritis reumatoide incluye muchos de los mismos tratamientos que se usan para la osteoartritis; sin embargo, solo con estas medidas no es suficiente. Ahora se entiende bien que el tratamiento debe de incluir medicamentos que no sólo ayuden con los síntomas, sino que también disminuyan la velocidad de la progresión de la enfermedad. Estos medicamentos incluyen los medicamentos anti-reumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD por sus siglas en inglés) como el metotrexato (Trexall®), la leflunomida (Arava®) y los agentes viológicos como etanercept (Enbrel®), infliximab (Remicade®) y rituximab (Rituxan®). Los gluco-corticoides por vía oral, como la prednisona, se pueden usar para ayudar a reducir los síntomas, pero no parece que modifiquen la enfermedad. Así mismo, sus riesgos tienden a sopesar los beneficios.

¿Cuáles son los tratamiento quirúrgicos disponibles para la artritis?

Se ofrece realizar cirugía cuando los tratamientos, como los mencionados anteriormente, ya no alivian el dolor, o cuando la deformidad previene el uso funcional de la mano. La cirugía también se recomienda para los pacientes con artritis inflamatoria para estabilizar sus articulaciones y prevenir daños a los tendones. Las razones principales para tener cirugía son la deformidad, la pérdida de movilidad y tener dolor no controlado.

Las opciones quirúrgicas incluyen una variedad de procedimientos reconstructivos así como la fusión articular.

La cirugía reconstructiva para la artritis degenerativa que involucra la base del pulgar se realiza normalmente y es muy efectiva. Esta cirugía consiste en retirar uno de los huesos artríticos y reemplazarlo con un tendón enrollado del antebrazo (la parte del brazo que está entre la muñeca y el codo) del mismo brazo. Este procedimiento alivia el dolor de manera excelente, permite un buen rango de movimiento, y devuelve la función del pulgar.

La fusión articular (también llamada artrodesis) se utiliza para el tratamiento de la artritis en muchas articulaciones de la mano y la muñeca. Por ejemplo, la articulación en la punta del dedo es con frecuencia afectada por la artritis degenerativa. La fusión estabiliza y endereza la articulación, eliminando el dolor. Sin embargo ya no se puede doblar dicha articulación.

El reemplazo de la articulación es indicado para pacientes que son poco exigentes, particularmente aquellos con artritis reumatoide en las articulaciones en la base de los dedos de las manos. En estos individuos, el reemplazo de la articulación puede mejorar el arco funcional del movimiento, haciendo que los dedos sean más útiles. El dolor se mejora, así como el uso de la mano. Sin embargo, estas articulaciones artificiales no proveen la misma estabilidad de la que provee una fusión articular y además, con el tiempo, se desgastará.

Mientras que la artritis en las manos y en las muñecas es común y puede ser una enfermedad muy dolorosa y limitadora de las funciones, hay muchos tratamientos disponibles para minimizar los síntomas y ayudar a los pacientes. Hay nuevos medicamentos disponibles para el tratamiento de las artropatías inflamatorias que han llevado a una reducción significativa de las severas deformidades de las manso que estas enfermedades, cuando no se tratan, pueden causar. Las intervenciones quirúrgicas para ambos tipos de artritis pueden aliviar mucho el dolor y permitir a los pacientes volver a las muchas actividades de las que disfrutan.

Referencias:

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